Angela Merkel

La figura de Angela Merkel emerge como un punto crucial en la comprensión de la política contemporánea. Hija de un pastor protestante y criada en el contexto de la Alemania comunista, su trayectoria se presenta como un contraste entre la introversión de su infancia y el impacto global de su liderazgo. Este análisis no solo profundiza en su biografía política, sino que también expone su faceta humana, revelando la complejidad de su personalidad y su método para gestionar Alemania. A lo largo de su época al mando, enfrenta tanto el desafío de una creciente ultraderecha como la crisis de migración con la acogida de más de un millón de refugiados. Su papel en la defensa de la austeridad en Europa y la respuesta a la crisis del coronavirus destaca su enfoque racional y su compromiso con el consenso, en un entorno de creciente polarización. Este retrato resalta su capacidad para permanecer en la cima de su partido frente a adversidades y su notable liderazgo femenino, en un ámbito mayoritariamente masculino. La obra refleja no solo los éxitos y fracasos durante sus dieciséis años en el poder, sino también el vacío dejado en Alemania y Europa tras su salida del gobierno, ejecutando una profunda reflexión sobre su legado en el futuro del continente.