El demonio escocés

El relato se sitúa en un contexto de conflictos históricos entre dos naciones, marcando el inicio de una nueva era de alianzas forjadas a través del matrimonio. La narrativa se centra en Broc, un hombre que ha jurado no volver a casarse, pero que se ve obligado a viajar a Escocia en busca de una prometida elegida por otros. Este viaje a una tierra que desconoce y desprecia se convierte en un desafío inesperado cuando encuentra a Willow, la dama que le han destinado. Ella no es la imagen que había imaginado; en cambio, es una mujer deslumbrante de fuertes convicciones, cuya lengua afilada y determinación la hacen parecer aún más desafiante. El enfrentamiento de caracteres opuestos da pie a un complejo juego de emociones. La tensión entre ambos se intensifica, revelando un fuego interno que amenaza con dominarles. La premisa explora no solo la dificultad de un compromiso forzado en medio de un trasfondo de hostilidades, sino también la posibilidad de redención y descubrimiento personal a través del otro. A medida que los protagonistas lidian con sus diferencias y las expectativas culturales de sus respectivos reinos, se plantea la pregunta de si el amor puede surgir incluso en las circunstancias más adversas. Este relato se convierte en una exploración de la lucha entre el deber y el deseo, en un marco donde las relaciones personales chocan con el destino político.