Estupor y temblores

Una joven belga de 22 años inicia su trayectoria profesional en una de las principales multinacionales de Tokio, inmersa en un entorno laboral que despliega las complejidades y contrastes culturales entre Oriente y Occidente. El relato es un testimonio visceral de la experiencia de Amélie, quien se enfrenta a un sistema jerárquico donde cada nivel de la organización está determinado por una cadena inquebrantable de superiores y subordinados. Atrapada en un ambiente que exacerba las diferencias de género y nacionalidad, la protagonista vive una serie de desventuras que oscilan entre lo absurdo y lo perturbador. Desde tareas mundanas hasta humillaciones insolentes, su trayectoria laboral la lleva a ocupar puestos cada vez más degradantes, evidenciando la lucha por mantener la dignidad en circunstancias adversas. A través de su interacción con un entorno corporativo regido por costumbres y normas estrictas, la novela revela las dinámicas de poder y la presión social a las que se ven sometidos los trabajadores. La relación compleja y pérfida con su superiora se convierte en un espejo de la realidad, mostrando la intersección entre el respeto, la atracción y la sumisión. Al navegar por este laberinto laboral, la joven Amélie encapsula la incertidumbre y el desasosiego que conllevan las expectativas culturales y profesionales en un mundo que parece cada vez más ajeno y desasosegante.